28 feb 2007


Tras un tiempo fuera de su tierra, Fernando regresa a Medellin. Las gentes de alli ya se han acostumbrado a la nueva escena de violencia, pero Fernando lo vive todo como nuevo. Fernando es ya un hombre maduro, y lo que menos se imaginaba es que iba a comenzar una historia con un sicario de 16 años.

El director frances Barbet Schroeder se ha permitido a contar un Medellin que para muchos colombianos no refleja la realidad de Medellin. O tal vez si, pero no les beneficia en nada. Una ciudad donde la ley la marcan las pistolas, mas cercana al viejo Oeste que a otra cosa.

El maestro de actores German Jaramillo encarna al maduro Fernando, en un personaje que no deja de hablar, de contar cosas interesantes a pesar del brutal entorno que les envuelve. A su lado, Anderson Ballesteros, que sin ninguna nocion de la actuacion, encarna perfectamente a un joven sicario. Probablemente porque es una realidad no muy lejana de la suya actual. Gracias a la repercusion de esta pelicula, Anderson ha dejado su trabajo como vendedor callejero, ha ingresado en la escuela de actores del propio German Jaramillo, y con su talento y su joven belleza, dios quiera que tenga un prometedor futuro.

Una de esas peliculas con personajes gays pero la trama no gira tanto a ninguna problematica por su homosexualidad. Y la verdad, es que es de agradecer.

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