29 nov 2010

Por Alejandro Contreras

Pierre (Romain Duris) está enfermo, tiene algo en el corazón y no le queda mucho tiempo, o al menos eso cree. Mientras espera la llamada de que hay un posible donante de corazón, y apartado de su vida en el baile se refugia en su apartamento. Pierre no quería contárselo a todo el mundo, y menos a su familia, aunque termina por contárselo a su hermana Élise (Juliette Binoche). En cuanto se entera de esto, Élise, una mujer de 40 años divorciada y con tres hijos, decide reducir su jornada laboral como trabajadora social para compartir más tiempo con Pierre. Pierre mata su tiempo observando la vida de los demás, imaginando cómo transcurre mientras envidia la suerte que tienen de estar vivos.

Desde que Robert Altman filmara su SHORT CUTS (1993), diferentes cineastas han seguido esta manera tan particular de contar muchas historias cruzadas, casi convirtiéndolo en un sub-género del cine. PARIS (2008) está más cerca del tono amable de LOVE ACTUALLY (2003) que de la crudeza de BABEL (2006). Su director y guionista Cédric Klapisch ha desarrollado varias tramas que perfectamente podrían estar ocurriendo en otras grandes ciudades europeas, aunque ha sabido muy bien aprovechar el marco y el contexto de la ciudad para que empaste perfectamente. Un relato muy generoso con la ciudad, cuya imagen sale reforzada con la película ya que no hay rastro de las zonas marginales o el París más conflictivo, pero sin caer en el quemado cliché de París como ciudad del amor.

Un acierto de Cédric es la de mostrarnos personajes muy de hoy en día, con problemas actuales y cuyos actores han dotado de mucha credibilidad y naturalidad. Es muy difícil que en este tipo de películas todos los personajes y todas las tramas interesen por igual, siempre hay algunas que flojean y otras de las que nos gustaría saber más (y más si quedan abiertas). Hubiera preferido saber menos del catedrático enamorado de la joven alumna y más de los tenderos del mercado, al igual que hubiera desarrollado un poco más la historia del camerunés que quiere cruzar el estrecho para llegar a París. Toda la película está adornada con una música que empasta perfectamente con las tramas, y una fotografía que sólo con la ciudad de París ya tenía la mitad del trabajo hecho.

Tres nominaciones a los premios César 2009, incluyendo mejor película y a Karin Viard (la estúpida panadera llena de prejuicios), atestiguan el buen resultado de la película. De todos los actores y actrices que están estupendo, incluyendo a Juliette Binoche que está como en sus mejores momentos, mi favorito es sin dudas Romain Duris con un personaje que traspasa la pantalla desde el minuto uno. Aunque el doblaje en español ha sido excelente, yo os recomiendo que si podéis la veáis en versión original para sacarle aún más jugo a la película.

PARIS (2008) es una buena película de historias cruzadas, que además de hacer que quieras visitar la ciudad, te contagia de muchas ganas de vivir. ¿Qué más se puede pedir?

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